¿Cómo Funciona la Terapia de Juego?
El Caso de Tom
Tom tenia doce años, bien parecido, inteligencia superior al termino medio, pero presentaba un serio problema de desadaptación tanto en casa como en la escuela.
Fue remitido a terapia porque era “antisocial y agresivo”, e insistía que todo mundo le echaba injustamente la culpa por los problemas en que siempre estaba metido. Tom tenia padrastro y también una media hermana mucho menor que él, la cual era la consentida de la familia. Tom había vivido casi siempre con su abuela, pero dos años antes de que fuera enviado a terapia, su madre se lo había llevado a vivir con ella, junto con su padrastro y su media hermana. Tom no llevaba bien con ninguno de ellos. Tampoco se entendía con los niños de la escuela, pues nunca se le había permitido jugar con otros niños hasta que fue por vez primera a la escuela y tenia dificultad para adaptarse a otras personalidades.
Primera Entrevista:
Tom llevaba puesto su abrigo y su sombrero cuando entro al cuarto y se sentó frente a la mesa. Llevaba un silbato de lámina en la mano al cual le quitaba y le ponía la boquilla mientras permanecía ahí sentado.
Su expresión era muy seria y evitaba la mirada del terapeuta.
Tom: pues aquí estoy. Solo vine porque… bueno, por curiosidad, sabes. No comprendí lo que mi madre trataba de decir. Dijo que tú me ayudarías con mis problemas, pero yo no tengo ninguno.
Terapeuta: tú crees que no tienes problemas, pero tu curiosidad te hizo venir.
Tom: ¡Ah sí!, soy curioso. Siempre me meto en todo. Pensé que vendría a ver que pasa.
Terapeuta: tú quieres ver qué pasa en una sesión de orientación
Tom: orientación, esa es la palabra de la que no me podía acordar. Salvo que yo no tengo ningún problema (pausa). Excepto que… bueno….un….mi papa….padrastro, realmente… no lo soporto y el tampoco me soporta, y cuando él y yo estamos en casa hay problemas, problemas, problemas. Yo hago mucho ruido. Pongo, los pies encima de las cosas. No nos soportamos. Solo tolero estar en casa cuando él no esta. Terapeuta: tu padre y tú no se llevan bien.
Tom: Mi padrastro
Terapeuta: Tu padrastro
Tom: Pero yo no tengo problemas
Terapeuta: aun cuando tu padrastro y tú no se llevan bien, no sientes que esto sea un problema.
Tom: No. Y todos los niños me molestan. No me quieren (pausa). No se que decir. Mi mama dijo que yo debía hablar de mis problemas, pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: Vamos a olvidarnos sobre lo que te dijo tu mama que deberías hablar. Solo habla de lo que tú quieras. O no hables, si no quieres hablar.
Tom: ¿Cómo del episodio con la bandera de la semana pasada? ¿Quieres oír lo que paso? Todos se unieron en contra mía. Porque dije: “Yo escupo en la bandera” y dije: “¡Heil Hitler!” Todos se me echaron encima. Pero realmente no escupí en la bandera. Solo lo dije para tomarles el pelo. Créeme, que si se los tome.
Terapeuta: les querías tomar el pelo y realmente lo lograste. El decir algo escandaloso como eso realmente hizo que se fijaran en ti de inmediato.
Tom: sin embargo, no se porque lo hice. En verdad yo no escupiría en la bandera. Soy un buen americano y respeto la bandera. Pero lo hice. Todos se unieron en contra mía y me pegaron. Eran más que yo. Terapeuta: no pues comprender el porque haces cosas así a veces.
Tom: No el porqué me pegaron después; pero yo no tengo problemas.
Terapeuta: No te gusta admitir que tienes problemas
Tom: (riendo): Más o menos es eso. Realmente tengo bastantes problemas. Mi padrastro. Nuestra maestra sustituía. ¡Caramba, si que es mala! Y nadie me quiere. No se por qué. Yo creo que no existen las gentes sin problemas.
Terapeuta: Entonces realmente crees que todo el mundo tiene problemas y que tú no eres diferente a los demás.
Tom: Nada más que yo si admito que tengo problemas. Otras personas no lo hacen.
Terapeuta: Es un buen comienzo el admitir que tienes problemas
Tom: Mi vida no es como un día de campo
Terapeuta: No eres muy feliz
Tom: ¿se enteraran otros de lo que estoy diciendo? Mi madre u otras gentes? ¿Estas escribiendo lo que estoy diciendo?
Terapeuta: estoy tomando algunas notas, pero nadie sabrá lo que tú dices durante esta hora.
Tom: (suspirando profundamente) ¿sabes?, esta situación es bastante peculiar. ¿Estas escribiendo esto? Terapeuta: algunas cosas, solo para mi propia información
Tom: Si (pausa larga)
Tom: A los maestros no les importa lo que pasa. A nadie le interesa lo que a uno le pasa y aquí estamos después de la escuela, y ni siquiera eres mi maestra y no te molesto. No te fastidio. Y, sin embargo... (Encoge los hombros)
Terapeuta: crees que otras gentes no se interesan por lo que te pasa y sin embargo….
Tom: Yo tenía curiosidad.
Terapeuta: Tenias curiosidad
Tom: ¡Claro! Yo…bueno, no hay algo que realmente me moleste.
Terapeuta: Crees que tienes todo bastante bien controlado
Tom: pues si. Excepto que; bueno, no puedo pensar en algo que decir. No tengo nada que decir
Terapeuta: si no tienes nada que decir, pues no tienes nada que decir (pausa). Si quieres regresar el próximo jueves aquí estaré. Si no quieres venir te agradecería me lo hicieras saber a más tardar a las tres de la tarde del mismo día.
Tom: Si, realmente me gustaría.
Terapeuta: si quieres irte ahora puedes hacerlo, o si quieres quedarte más tiempo puedes hacerlo. Utiliza este tiempo de la manera que creas conveniente.
Tom: Si (se quita su sombrero y su abrigo). No tengo prisa
Terapeuta: ¿crees que te gustaría quedarte aquí otro rato?
Tom: Si me gustaría echar un vistazo por aquí ¿no te molesta verdad?
Terapeuta: puedes echar un vistazo si quieres
Tom: (mirando todo lo que esta en el cuarto): Te apuesto a que los niños les encanta pintar
Terapeuta: ¿crees que les gusta?
Tom: A mi también me gusta, excepto que en mi salón... oye, verdaderamente si tengo un problema es esa maestra sustituta. De todo se enoja. Parece cangrejo, excepto que si alguien tratara de comérselo de seguro se envenenaría.
Terapeuta: No te cae bien la sustituta
Tom: Me vas entendiendo (examina el barro). Esto ha de ser divertido también (toma la marioneta). Yo podría inventar cantidad de obras chistosas de todos los líos en que me meto. Mi sola biografía haría brotar lágrimas.
Terapeuta: piensas que tu vida es triste
Tom: bueno, lo que quiero decir es que sin duda algo tienen. Siempre estoy metido en lio (Tom coloca su mano dentro de la marioneta). Vamos a ver. Te voy a matar si no haces lo que yo te digo. ¿Entiendes? (cambia su voz totalmente: baja, profunda y amenazante).
Terapeuta: tienes ganas de matar a alguien
Tom: Yo también siento lo mismo a veces, pero por supuesto no lo hago (ríe). Te diré una cosa. La próxima vez que venga voy a darte una función.
Primer Episodio de la Función: “Mi vida y mis problemas”
Terapeuta: muy bien, la próxima vez que vengas harás la representación de tu vida y tus problemas.
Tom: (jugando con las distintas marionetas) estoy seguro de que yo podría hacer unas marionetas
Terapeuta: crees que podrías hacer algunas (Tom sigue jugando con las marionetas).
Por hoy, tu tiempo termino, Tom.
Tom: Bueno, hasta luego. Te veré mañana.
EL FOLKLORE EN HONDURAS
Hace 12 años
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